En junio va a hacer dos años desde que se publicó la norma que modificó la limitación sobre la capacidad de obrar de las personas con discapacidad.

Actualmente no se puede declara a una persona incapaz, ni tampoco se puede modificar judicialmente su capacidad jurídica, simplemente se considera que está necesitada de apoyos para que pueda ejercitar su capacidad jurídica.

Con respecto a lo que se refiere a la capacidad para testar, las personas con discapacidad podrán otorgar testamento cuando, a juicio del Notario, pueda comprender y manifestar el alcance de sus disposiciones.

Con la nueva normativa, es el Notario quien tiene que valorar si una persona tiene la comprensión necesaria para realizar su testamento.

Pero vamos a analizarlo con un caso práctico para ver la importancia que tiene esta modificación legislativa en el día a día de muchas personas.

Juan es una persona con discapacidad intelectual de 60 años y siempre ha convivido con su familia, el es el mayor de tres hermanos. A sus 43 años falleció su madre quien lo había atendido siempre (con anterioridad había fallecido su padre). Al fallecer su madre uno de sus hermanos, Luis, fue quien se hizo cargo de su cuidado, y desde entonces convive con él, con su mujer y sus dos hijos.

Sus otros dos hermanos, apenas tienen relación con Juan, cuando falleció su madre propusieron turnarse los fines de semanas para cuidarlo pero a los pocos meses dejaron el plan establecido y nunca iban a buscarlo, cada vez lo veían menos y en la actualidad solo se ven cuando coinciden en alguna fiesta familiar.

Con esta situación, (imaginémonos que Juan tiene un pequeño patrimonio que le dejaron sus padres) con la actual normativa Juan podría ir a un Notario y otorgar testamento para dejarle sus bienes en herencia a Luis o a los hijos de Luís por ser la familia con la que ha convivido, siempre que el Notario compruebe que Juan entiende lo que está haciendo.

Con la anterior normativa esta situación sería mucho más difícil de conseguir, por lo que, si Juan no puede otorgar testamento, la herencia se repartiría a partes iguales entre sus tres hermanos.

Y yo siempre me he preguntado, ¿Realmente la incapacidad para testar protegía a las personas con discapacidad?

La capacidad testamentaria es el derecho que tiene una persona de hacer un testamento para disponer de sus bienes después de su muerte. En el caso de personas con discapacidad, se ha reconocido que la discapacidad no es una limitación para ejercer este derecho, siempre y cuando se respeten ciertos requisitos. Recientemente, se han realizado modificaciones legislativas en relación a la capacidad testamentaria de personas con discapacidad que es importante conocer.

Antes de las modificaciones se consideraba que las personas con discapacidad podían testar siempre y cuando tuvieran un grado de inteligencia suficiente para comprender el acto y sus consecuencias. Sin embargo, esto generaba cierta inseguridad jurídica y dificultades en la práctica, ya que no se especificaban los criterios concretos para determinar si una persona con discapacidad cumplía con ese requisito.

Para solucionar esta problemática, se han realizado modificaciones legislativas en algunos países, como por ejemplo en España, que establecen un criterio más objetivo para determinar la capacidad testamentaria de las personas con discapacidad. En este sentido, se ha establecido que una persona con discapacidad tiene capacidad testamentaria si puede entender el acto y sus consecuencias, aunque tenga dificultades para comunicarse.

Además, también se han establecido medidas de apoyo para las personas con discapacidad que deseen hacer un testamento. Por ejemplo, se ha creado la figura del apoyo notarial, que consiste en la presencia de un notario que certifica que la persona con discapacidad ha entendido el acto y sus consecuencias, así como la identidad de los herederos y la extensión de los bienes. Esto garantiza la validez del testamento y previene posibles problemas legales en el futuro.

Es importante destacar que estas modificaciones legislativas son una muestra de la evolución hacia una sociedad más inclusiva y respetuosa de los derechos de las personas con discapacidad. La capacidad testamentaria es un derecho fundamental de todas las personas, y estas modificaciones permiten que las personas con discapacidad ejerzan este derecho en igualdad de condiciones con el resto de la población.