Poderes preventivos en el Alzheimer: La herramienta desconocida que evita bloqueos y problemas en el futuro
Cuando una persona recibe un diagnóstico de Alzheimer o cualquier otra enfermedad neurodegenerativa, la familia se enfoca en buscar tratamientos, adaptar la vivienda y asegurar la mejor asistencia posible. Sin embargo, hay un aspecto fundamental que suele quedar en el olvido: ¿qué pasará cuando la persona ya no pueda gestionar sus bienes o tomar decisiones sobre su futuro? Hoy hablamos de los poderes preventivos en casos de Alzheimer.

La mayoría de las personas han oído hablar del testamento, un documento que permite decidir cómo se repartirán los bienes después del fallecimiento. Pero muy pocos conocen el poder preventivo, una herramienta esencial para evitar bloqueos económicos y conflictos familiares cuando la persona sigue viva, pero ya no puede decidir por sí misma.
Si el testamento organiza el futuro después de la muerte, el poder preventivo protege a la persona mientras está viva y necesita ayuda.
Veamos algunas situaciones reales en las que este documento puede marcar la diferencia.
Caso 1: La vivienda bloqueada y la imposibilidad de pagar una residencia
El problema
Antonio, de 78 años, empieza a mostrar signos de deterioro cognitivo avanzado. Vive solo en su casa y tiene ahorros, pero a medida que la enfermedad avanza, su familia se da cuenta de que necesita cuidados constantes. La mejor opción es ingresarlo en una residencia, pero su pensión no es suficiente y necesitan vender su casa para costearlo.
El problema es que Antonio ya no puede firmar la venta, y como no dejó ningún poder preventivo, la familia no tiene autorización para hacerlo en su nombre.
La consecuencia
Deben iniciar un procedimiento judicial para solicitar la autorización judicial de la venta de bienes, lo que puede tardar meses o incluso años. Mientras tanto, no pueden vender la casa para pagar los cuidados en una residencia, lo que genera una situación insostenible.
La solución
Si Antonio hubiese firmado un poder preventivo cuando aún tenía capacidad, su familia habría podido vender la casa de inmediato y garantizarle los mejores cuidados sin necesidad de esperar una resolución judicial.
Caso 2: ¿Dónde quiere vivir cuando la enfermedad avance?
El problema
Carmen padece Alzheimer en una etapa avanzada. Su familia baraja varias opciones, o bien que se quede en casa con ayuda de cuidadores o llevarla a una residencia especializada, pero los hermanos no se ponen de acuerdo y siempre, surge la misma pregunta: ¿qué hubiese querido ella en esta situación?
🔹 La consecuencia
Si Carmen no dejó instrucciones claras en un poder preventivo, serán sus familiares quienes deban decidir entre mantenerla en casa, ingresarla en una residencia o buscar una alternativa. Esto puede generar conflictos entre los hijos o incluso decisiones que no reflejan su verdadero deseo.
🔹 La solución
Mediante un poder preventivo, Carmen habría podido dejar por escrito su voluntad sobre:
Si prefiere recibir cuidados en su hogar el mayor tiempo posible o bien si quiere ser ingresada en una residencia llegado el momento, incluso dejar dicho la residencia de su elección.
Caso 3: Quién te representará cuando no puedas decidir
El problema
Francisco nunca pensó en dejar un poder preventivo porque confiaba en que su esposa y sus hijos tomarían las mejores decisiones por él si llegaba a necesitarlo. Sin embargo, cuando perdió la capacidad de gestionar sus asuntos, surgieron desacuerdos entre sus hijos sobre cómo administrar su dinero y su atención médica.
La consecuencia
Como no dejó ninguna instrucción, sus hijos se vieron obligados a acudir a los tribunales para determinar quién tendría la curatela de su padre, lo que generó un conflicto familiar y retrasó decisiones importantes sobre su bienestar.
La solución
Si Francisco hubiera otorgado un poder preventivo, él mismo habría decidido quién sería su representante legal (curador o curadora), evitando disputas familiares y garantizando que su voluntad fuera respetada.
¿Qué se puede incluir en un poder preventivo?
Gestión de bienes: Quién administrará el patrimonio y podrá realizar operaciones como vender una vivienda o gestionar cuentas bancarias.
Decisiones sobre el lugar de residencia: Si la persona quiere permanecer en su casa con cuidadores o ser trasladada a una residencia.
Representación legal: Designar a una persona de confianza para tomar decisiones en su nombre.
Otras instrucciones personales: Directrices sobre tratamientos médicos, donación de órganos, etc.
Lo importante es que estas decisiones se tomen mientras la persona aún tiene capacidad, ya que una vez que la enfermedad avance, será demasiado tarde.
Preguntas frecuentes sobre los poderes preventivos
¿Qué es un poder preventivo?
Es un documento notarial que permite a una persona designar a otra para gestionar sus bienes y tomar decisiones en su nombre si en el futuro pierde la capacidad de hacerlo.
¿Por qué es importante en casos de Alzheimer?
Evita bloqueos patrimoniales, conflictos familiares y la necesidad de acudir a un proceso judicial para administrar los bienes de la persona afectada.
¿Cuál es la diferencia entre un poder preventivo y un testamento?
El testamento solo entra en vigor después del fallecimiento, mientras que el poder preventivo protege a la persona mientras está viva y no puede decidir por sí misma.
¿Qué sucede si no se otorga un poder preventivo?
Los familiares deberán iniciar un proceso judicial de curatela, lo que implica tiempo, costes y posibles conflictos.
¿Cuándo y cómo se otorga un poder preventivo?
Se debe otorgar antes de que la persona pierda capacidad y debe formalizarse ante notario.
¿Se puede revocar un poder preventivo?
Sí, siempre y cuando la persona que lo otorgó aún conserve su capacidad de decisión.
El poder preventivo, una herramienta poco conocida pero imprescindible
El testamento es algo que la mayoría de las personas entienden y consideran necesario, porque organiza la herencia tras el fallecimiento.
El poder preventivo, en cambio, sigue siendo un gran desconocido, aunque es igual de importante, porque permite gestionar el presente y el futuro cuando la persona aún está viva, pero no puede decidir por sí misma.
La planificación anticipada es la clave para evitar problemas y asegurar que las decisiones sean tomadas según la voluntad de la persona.
Si en tu familia hay alguien que ha sido diagnosticado con Alzheimer, demencia u otra enfermedad neurodegenerativa, el momento de actuar es ahora. No esperes a que sea tarde.
Soy Alicia León, abogada especializada en familia y discapacidad. Si necesitas asesoramiento sobre el poder preventivo, no dudes en contactar conmigo para solicitar una consulta de asesoramiento.
Atiendo presencialmente en la provincia de Cádiz, Puerto de Santa María y Jeréz. También puedes solicitar una consulta online.